Publicado el 15 abr. 2017
Nosotros somos tus verdugos
Letra: Ivan Olguin y Jaime Olguin
Musica: Jaime Olguin
Desnudan tu cuerpo herido los verdugos, sin piedad,
y se miran sorprendidos del amor que hay en tu faz
te recuerstan sobre el suelo y hurgan en la suave piel
de unas manos que no han hecho otra cosa más que el bien
con el golpe del martillo surge un rojo manantial
y tu carne se abre al paso del durísimo metal
te estremeces, mas tus labios no maldicen el dolor
solo se abren implorando por nosotros el perdón
por nosotros, que somos tus verdugos
por nosotros, los amados tuyos
por nosotros, que somos los herreros
que forjamos los tres hierros
que te clavan al madero
te levantan en la cruz brazos de quienes amas
y responde a los insultos el dulzor de tu mirada
contemplan indiferentes el precioso don que mana
abundante y generoso desde el fondo de tus llagas
nace de un ardiente corazón enamorado
que ama tanto como nadie jamás pudo haber amado
nunca tan grande amor fue tan mal correspondido
tras la muerte del amante se reparten sus vestidos
nosotros somos tus verdugos
nosotros, los amados tuyos
herreros somos de los clavos
que con nuestra idiferencia crucifican al hermano
nosotros somos tus verdugos
nosotros, con nuestro pecado
los clavos son de nuestro orgullo
y el látigo esas ansias de placer desenfrenado
nosotros somos tus verdugos
nosotros, los amados tuyos
herreros somos de los clavos
que con nuestra idiferencia crucifican al hermano
Letra: Ivan Olguin y Jaime Olguin
Musica: Jaime Olguin
Desnudan tu cuerpo herido los verdugos, sin piedad,
y se miran sorprendidos del amor que hay en tu faz
te recuerstan sobre el suelo y hurgan en la suave piel
de unas manos que no han hecho otra cosa más que el bien
con el golpe del martillo surge un rojo manantial
y tu carne se abre al paso del durísimo metal
te estremeces, mas tus labios no maldicen el dolor
solo se abren implorando por nosotros el perdón
por nosotros, que somos tus verdugos
por nosotros, los amados tuyos
por nosotros, que somos los herreros
que forjamos los tres hierros
que te clavan al madero
te levantan en la cruz brazos de quienes amas
y responde a los insultos el dulzor de tu mirada
contemplan indiferentes el precioso don que mana
abundante y generoso desde el fondo de tus llagas
nace de un ardiente corazón enamorado
que ama tanto como nadie jamás pudo haber amado
nunca tan grande amor fue tan mal correspondido
tras la muerte del amante se reparten sus vestidos
nosotros somos tus verdugos
nosotros, los amados tuyos
herreros somos de los clavos
que con nuestra idiferencia crucifican al hermano
nosotros somos tus verdugos
nosotros, con nuestro pecado
los clavos son de nuestro orgullo
y el látigo esas ansias de placer desenfrenado
nosotros somos tus verdugos
nosotros, los amados tuyos
herreros somos de los clavos
que con nuestra idiferencia crucifican al hermano
No hay comentarios:
Publicar un comentario